Para la mayoría de viajeros, uno de los asuntos del viaje que dejamos para última hora es el cambio de divisas. Nos preocupamos del alojamiento, del vuelo y de alquilar un vehículo, pero no tenemos en cuenta la forma en que pagaremos en destino. Aquí te presentamos un grupo de consejos sobre cómo aprovechar al máximo tu presupuesto y pagar en el extranjero con un buen mix de opciones disponibles.
Un buen mix de medios de pago
El primer consejo es llevar un buen mix de medios de pago.
Tarjetas de débito y crédito
Es bueno llevar una tarjeta de débito y otra de crédito para pagar tus compras en el extranjero y hacer pagos en hoteles y restaurantes seguros que admitan TPVs. Normalmente las VISA y MasterCard son aceptadas en millones de lugares, así que no tendrías que tener problemas.
En cuanto a la tarjeta de crédito, te la van a pedir cuando contrates el coche de alquiler, por ejemplo. Así que es bueno disponer de ambas opciones.
Aquí tienes que saber que cuando pagas en el extranjero con tarjeta, o cuando sacas dinero de un cajero, hay dos tipos de comisiones que tendrás que pagar fuera de la zona Euro:
- Una comisión por cambio de divisas: si pagas con una tarjeta de débito contra una cuenta bancaria en euros, tu banco te aplicará un tipo de cambio sobre el 3 al 5% del volumen comprado.
- Comisión de la red de la tarjeta VISA o MasterCard: esta recae sobre el comercio, pero este te la carga a ti normalmente por el mero hecho de usar estas tarjetas. Es lo que se conoce como “surcharge fee”.
Como ves, pagando con tarjeta en el extranjero, fuera de la zona euro, te cobrarán una comisión de entre el 3 y el 5% de tu dinero.
Tarjeta prepago multidivisa
Una tarjeta prepago multidivisa con saldo es también interesante. Servirá para pagar en sitios menos confiables como taxis o establecimientos pequeños. Al tener como límite el saldo que contenga y un PIN, si se pierde o roba no expondremos nada.
El saldo se podrá recuperar adquiriendo una nueva tarjeta. Estas tarjetas permiten tener un saldo en euros y convertir todo o parte a otra divisa con comisiones similares a las de las demás tarjetas.
Aquí, por tanto, pagarás en la divisa que admita la tarjeta, pero el emisor de la tarjeta te cobrará la citada comisión al hacer el cambio de saldos.
Divisa del país de destino
Finalmente, es bueno llevar divisa en mano del país de destino. Tanto para afrontar los primeros gastos nada más llegar al aeropuerto de destino, como para pagar en sitios poco fiables, dar propinas, pagar a un guía o comprar chuches, llevar dólares, libras, pesos o coronas encima, siempre es una ayuda.
Además, llevar dinero local en mano es una garantía y seguridad en caso de perder otro medio de pago o si este queda inutilizado por la razón que sea.
Ahorrar dinero con un cambio de moneda
Si vas a viajar al extranjero pronto ten en cuenta estos otros consejos que te damos:
Además de los bancos y del aeropuerto, están las casas de cambio especializadas. Estas las encontrarás en el centro turístico de las grandes ciudades y en lugares con mucho turismo.
Aunque están pensadas para los turistas que llegan a España, al comprar dólares, libras y coronas, tienen stock de estas monedas y te las venderán a buen precio.
No cambies en el aeropuerto: las casas de cambio en el aeropuerto aplican tipos de cambio muy desfavorables porque tienen que pagar un precio muy alto al gestor del aeropuerto.
No pagues comisiones por el cambio de divisas. Normalmente, bancos y casas de cambio te cobran una comisión y te meten un margen en el cambio que te aplican cuando compras moneda (o se la vendes a cambio de euros).
La comisión de los bancos suele ser del 2,5 al 3% (además del margen por el cambio). Y la de algunas casas de cambio abusivas, del 20%. Ojo, así que pregunta siempre antes de cambiar si hay comisiones.
Si la moneda que necesitas es exótica, no dejes el cambio de moneda para el último día porque puede que no haya la moneda concreta que necesites y solo podrás hacerlo en el aeropuerto, que te meterá una buena clavada.
Recurre a un comparador de cambio de divisas como Cambiator. No cuesta nada y obtendrás una comparativa del cambio para tu moneda en casas de cambio, bancos y aeropuertos.
Como muestra un ejemplo: cambiar hoy 1000 euros a dólares en el aeropuerto de Barcelona, o en una casa de cambio competitiva puede significar obtener 140 dólares, de más o de menos.